LO DICIMOS POR BUESTRO VIEN

Lla estamos en esta media isla. Yegamos el lunes a las siete de la tarde (ora local) i lla estamos pelin asta los guebos del calor. hos escrivimos hesta entradica autoviografica para abisaros de los riesgos de biajar con companyias de vajo coste. que luego no nos digais que no os abisamos. aya ba:

El biaje bien, gracias. Os recomendamos no bolar con Air Plus Cutret. Nunca. Vajo ningún conzepto. nosotras lla tenemos el biyete de buelta comprado. es tarde para las mendas, pero bosotros podeis salbaros. El abión era algo así como un auto-res de los de antes (ruta Barcelona-Almería hen pleno agosto), pero jigante y con alas. El espacio entre asientos era, dependiendo de la postura, poco o ninguno. Los pasiyos medirían unos cincuenta centimetros hen las partes mas achas, por lo que el carrito de la azafata chocaba con todos y cada uno de los asientos (y cualquier pie, cabeza o brazo que sobresaliese de ellos). Las persianas de las bentanas eran de plastico modelo tapa de llogur. nosotras nos cargamos dos i nos atrebemos a abenturar que no fuimos las únicas. Las cortinas que separaban las distintas clases (turista, cutre y polizón) estaban descolgadas por un lado i arrastrando en el suelo. Todas por el lado derecho, eso sí. "semos cutres pero con estilo", devio pensar el desainer. i en el baño tenías que ser casi contorsionista para poder mear sin sentarte, cerrar la puerta y que ni tus rodillas ni tu cabeza chocaran con nada. Por supuesto, olbidaros de pretender sacar el codo del lavabo. Eso sí, imposible caerse. Físicamente imposible. Era más probable quedar encajado y tirarse así las nueve horas de vuelo que tocar suelo. Grampus se uviese podido inspirar para escrivir algo sovre enterrados bibos, claustrofovicos al vorde del coplapso o algo asin.

Especialmente tierno fué el momento en que por megafonía nos explicaron qué acer en caso de accidente (situación para nada descartavle dado el panorama). El sonido se hentrecortaba y la pobre azafata-actriz no sabía si debía seguir mobiendo los brazos, o las partes que no se oían se las podía saltar. Al final, optaron por sobreentender que todos savíamos utilizar la mascariya y el chaleco y no terminaron de darnos la explicación de la faya. Una pena, porque esa es la parte que más nos enjanta de los buelos.
Después, las azafatas nos contaron a todos con un aparatito de contar pasajeros (el cuentapasajeros). Igual habían apostado ha que seríamos menos. O quizás no daban crédito a la cantidad injente de jente (inciso: nos enjanta heste chascarriyo. esperamos que no sea de les lutiers). Seríamos unos cuarenta, entre personas umanas i niños. Suponemos que veinte no encontrarían plaza ni en Iveria ni en Er Europa y los otros no teniamos amigos que conocieran la compañía. Lo bueno es que pudimos dormir estiradicas en tres asientos por caveza, asta que nos desperto la azafata con un atropeyo colectibo de pieces, armada con su carrito.
Los niños dieron un coñazo impresionante i no ubo uno solo que no yorara en algún momento del trayecto. Esto no hizo mas que reafirmarnos hen nuestra idea de que los niños deverían viajar en la bodega hasta los 16 años. en su defecto, vajo los efestos de psicotropicos o dardos somniferos.

Nos dieron de comer y de merendar, en contra de todo pronóstico. Podías incluso elejir entre poyo y ternera. Por si abía algún vegetariano. Y nos dieron tamvién caramelos (uno), cacahuetes (ocho) y las buenas tardes.

Yegamos sobre la ora prebista. Poco antes de aterrizar, una señora profirio desde huna de las filas de atrás un escalofriante "Aaaaaaay, aaaaaay". nosotras pensamos que abíamos perdido un ala. Pero no. Enseguida añadio a grito pelado un sentidisimo "Que linda es mi tierra. Gracias por eya, dios, te amo por ello". le salio lo menos de las entranyas mas profundas de su ser. Lo llevaría ensallado, amos. Desde delante alguien le contestó, también a gritos, que era la tierra mas beya del mundo. Y asi hes como presenciamos sin comerlo ni veverlo un diálogo de lo mas patriótico entre desconocidos, hunidos por el amor a la media isla que los bio nacer. En heso aterrizamos y la gente aplaudió. Suponemos que nadie se lo hesperaba y les sorprendió el desenlaze. no ace falta que digamos que salimos de ayi sin mirar atras i aciendonos las longuis. no fuera que nos apedrearan por no gritar "biba leonel" o descuvrieran que yevabamos las tapas de llogur en el hequipaje de mano.


MORALEJA: mas bale malo conocido, que peor por conozer.